domingo, 4 de diciembre de 2011

HOMILÍA 2º DOMINGO DE ADVIENTO, CICLO B, 4 DE DICIEMBRE DE 2011


HOMILÍA 2º DOMINGO DE ADVIENTO, CICLO B, 4 DE DICIEMBRE DE 2011

Una voz grita en el desierto”¿Qué voz grita en mi desierto? ¿Cuál es su mensaje? Esta es la pregunta con la que los invito a comenzar esta segunda semana de Adviento.
Mi desierto está conformado por lo que me rodea y es infértil, donde no hay vida sin adversidad, esos lugares donde presiento el peligro, donde queda al desnudo mi soledad, la inmensidad de lo insuperable, los espacios que aíslan y se vuelven adversos, la inseguridad reinante, lo desafortunado de nuestras formas de vincularnos...
Mi desierto está conformado por mi propio vacío, mi propia infecundidad, mi palpable aislamiento, mi soledad insuperable, mi grito que experimento imposible de ser escuchado, mis fieras indómitas e indomables, mis estados de peligros constantes, mis inmensidades agotadoras y agobiantes, mis estados de intemperie, mi sed insatisfecha, mis distancias infranqueables…
Pero en mi desierto, Dios ha puesto una voz, una voz que grita, una voz que levanta el tono para hacerse escuchar, una voz solitaria pero nítida, distinguible, ineludible… Voz interior y voz exterior… Es su Voz, pero que se hace su Voz en mi voz… Es una Voz que contagia mi voz y le da plena vigencia y sentido.
La voz, podríamos decir que es la amplificación sonora de nuestro interior. Ella expresa de manera vibrante a través de sonidos los rumores que recorren nuestro interior. La expresión del profeta no puede ser más elocuente: Hablen al corazón…” Los rumores del interior tiene una Voz que habla a nuestras entrañas. Entrañas que necesitan ser despertadas. Entrañas que necesitan ser conducidas. Entrañas que necesitan entrar en diálogo. Los rumores del interior necesitan una posibilidad de expresarse con claridad para ser discernidos, puestos a la luz del Espíritu, entrar en sintonía con la Sabiduría de Dios…
En mi desierto la voz interior viene a cumplir su misión impartida por el mismo Dios: “anúncienle…” Este anuncio es la misión de darle noticia o aviso a mi persona de un Cambio; es hacer publico en mí una Novedad, proclamar en mí una Presencia, hacerme saber de un Camino, un Sentido…
En mi desierto una voz proclama” solemnemente. Es una Voz que publica en alta voz una Presencia y un Obrar para que se haga notorio a todo en mí y a todos a mi alrededor. Una Voz que declara solemnemente el principio o inauguración del reinado de Dios en mí y en mi alrededor. Es una Voz que proclama para que sea dicho claramente a mi multitud interior y a la multitud de mi exterior, para alabar y bendecir a Aquel que vino, viene y vendrá en mi, como Vida de mi vida, como Luz de mi luz, como Camino de mi camino, como Palabra de mi palabra, como Pan de mi hambre, como Hermano de mi hermano interior y exterior. Una Voz que proclama para conferir, por unanimidad, su lugar a Dios en mí y en mis hermanos. Una Voz que proclama para dar señales inequívocas de lo que es el amor de Dios por mi, por nosotros y de su pasión de Padre y de Hijo único.
Las consecuencias son claras: Preparen en el desierto el camino del Señor… Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán juntamente, porque ha hablado la boca del Señor.”
Habré de subirme a lo más alto de mi inteligencia, de mi corazón, de mis fuerzas, de mi vida; a lo más alto de los ámbitos que me rodean. Porque la Voz inconfundible de Dios en mí ordena: “levanta con fuerza tu voz, tú que llevas la buena noticia… Levántala sin temor, di a las ciudades: "¡Aquí está tu Dios!”
No puedo callar la Voz de Dios en mí que me convoca a ser voz, que me congrega entorno al que nos “bautiza con el Espíritu Santo”, Jesús el Señor. Y que me hace su mensajero privilegiado para que todos se reúnan en torno a Jesús que da Vida, que hace fecundo, que trae fertilidad, comunicación, comunión, alegría, reconciliación a nuestro entorno, que hace la paz posible. Que hace de mi desierto, de nuestro un lugar de Encuentro, de Comunión de Amor, de Esperanza en estado activo.

P. Sergio Pablo Beliera